Está claro, las situaciones, como las personas, cambian. A
veces influenciadas las unas por las otras. Nada pasa desapercibido para
nosotros y eso nos hace volvernos diferentes, nos hace cambiar progresivamente
casi sin darnos cuenta. Al final lo que no queríamos sustituir nos ha cambiado a
nosotros, ha cambiado, en parte, nuestra forma de ser, nuestra forma de
reaccionar. Al final el tiempo ha conseguido lo que no queríamos que pasase,
nos ha transformado, nos ha hecho diferentes. Ha cambiado las palabras por
silencios, la confianza por inseguridad y el cariño por indiferencia. Ha
transformado a los amigos en desconocidos. Al final se ha salido con la suya.
0 comentarios:
Publicar un comentario