No recordaba ese instante en el que las palabras vuelan sordas a tu alrededor, carentes de importancia y sentido. Mis pensamientos hablaban más alto que las personas y yo me perdía absorto en ellos, haciendo inútil mi presencia en aquel lugar, quemando mi pecho, agarrándose a mi garganta, anudándola, ahogándome y empañando mis ojos. Volver a casa apresurado por ocultar todo, volver al escalofriante calor de mi habitación, al frío abrasador de mi cama, del abrazo de mi almohada que, paciente, me esperaba, echándome de menos tras tanto tiempo sin estar con ella, tras tanto tiempo sin ser tan confortable como hoy, recogiendo las gotas rebosantes de mis ojos, recogiendo cada sentimiento, cada gota de ti que se escapa.
lunes, 10 de diciembre de 2012
Gotas de ti
No recordaba ese instante en el que las palabras vuelan sordas a tu alrededor, carentes de importancia y sentido. Mis pensamientos hablaban más alto que las personas y yo me perdía absorto en ellos, haciendo inútil mi presencia en aquel lugar, quemando mi pecho, agarrándose a mi garganta, anudándola, ahogándome y empañando mis ojos. Volver a casa apresurado por ocultar todo, volver al escalofriante calor de mi habitación, al frío abrasador de mi cama, del abrazo de mi almohada que, paciente, me esperaba, echándome de menos tras tanto tiempo sin estar con ella, tras tanto tiempo sin ser tan confortable como hoy, recogiendo las gotas rebosantes de mis ojos, recogiendo cada sentimiento, cada gota de ti que se escapa.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario