Hoy hacen cuatro las noches que he pasado seguidas soñando
contigo. Los días transcurren normales, no sin recordarte, pero como siempre. Es al caer la noche, mientras duermo, cuando mi subconsciente aprovecha para
engañarme, para sumirme en un sueño en el que te hace protagonista. Resulta increíble
lo reales que pueden llegar a parecer los sueños, lo nítidos que se presentan,
siempre tan cerca de ti, tan envidiables. Escenas que hace tanto que añoro y
deseo. Momentos en los que me cubres de besos, otros en los que soy yo el que
lo hace, sin nada más que eso. Solo miles de besos, pero son sueños tan
penetrantes como cualquier otro que haya tenido antes. Despierto con el corazón
encogido y la mente confusa, con el deseo de un simple y sencillo beso, de
tenerte cerca y suavemente marcar mis labios en tu piel de seda, solo eso, tanto como eso.
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