No volveré a dejar una idea para más tarde, a dejar algo
para otro momento porque piense que, en un futuro, podrá ser mejor, cuando se que, tal
vez, ese momento nunca llegue. No volveré a planear las cosas tan conscientemente, simplemente lo haré o
no, porque he aprendido que quizá no haya un mañana mejor para hacerlo, que quizá
ese día perfecto sea hoy. Si no es de ese modo esas ideas se terminan transformando
en sueños que poco a poco desaparecen, que sabes que no se cumplirán, y es que
no hay mejor momento que hoy, no hay mejor oportunidad que esa en la que te
apetezca hacerlo, no hay mejor instante que el que se vive segundo a segundo.
0 comentarios:
Publicar un comentario