lunes, 8 de octubre de 2012
El sabor de un día que aun dura
Dos días encantado contigo de una forma que no comprendo,
con mi mente y mi corazón hechizados por tu dulzura, y una mañana entera
pensando en ti, en eso se resumen mis ganas de verte. Ganas de pasar un rato contigo
y de dar salida a este rebosante cariño que me queda por tu culpa, por esa
felicidad que haces llegar hasta mi cuando me encuentro a tu lado. Me has
dejado sumido en un sueño que transcurre despierto desde la última vez que
estuvimos juntos y ahora, cada vez que
cierro los ojos, no puedo evitar verme tumbado plácidamente contigo. Cada vez
que trago saliva me viene el sabor de tus besos, de tus labios, de esos que me
muero por volver a besar. Imagino cada instante, conforme de tener ese recuerdo
que me has dado y deseoso de que vuelva a suceder lo más pronto posible,
anhelante de esa dulzura con que me invades y de esa sensación tan única que siento contigo, anhelante de ti.
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