viernes, 27 de abril de 2012

Autobuses

Al igual que las tardes que le precedían ésta se había convertido en un desfile de sol y nubes. El aire dejaba un ambiente fresco que contrarrestaba la calidez de un sol que palpitaba levemente cuando las nubes le daban un respiro. Con andar cansino, triste y desganado caminaba lentamente rumbo a coger el autobús que me devolvería una vez mas a casa. No sería la primera vez esa semana que intentaría coger un autobús. Durante varios días un sueño había estado martilleando mis noches constantemente. Un sueño en el que, independientemente de los medios, siempre terminaba intentando coger un autobús que terminaba escapando de mí perdiéndose en el horizonte. Algo que comenzó siendo sueño, pero su constante repetición lo transformó en pesadilla. Una pesadilla mediante la cual mi subconsciente expresaba la sensación de haber dejado marchar una oportunidad, pero yo nunca tuve dicha oportunidad. Día tras día se repitió en mi memoria llegándome a hacer creer que tal vez fuera cierto, quizá si que tuve una oportunidad y no la supe aprovechar, pero pocas oportunidades se pueden perder cuando sabes que lo has dado todo en ellas. Has puesto todas tus ganas y todo tu corazón, agotando cada pequeño recurso que podías tener, queriendo hacer única cada situación, realizando todo siempre de la mejor manera posible. Ahora solo me limito a cambiar esas pesadillas por sueños a tu lado, que son la única manera que me queda de poder estar contigo.

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