Tu cabeza apoyada sobre mi pecho despojado de ropa mientras tu mano me recorre suavemente, sintiendo tu respiración al compás que se eleva mi pecho por la mía,
acariciar tu hombro y tu cuello pasando mi brazo tras de ti, haciendo caer
lentamente tu tirante por el brazo dejando más espacio a mis caricias. Hablar juntos
obviando las horas, cómodos el uno junto al otro, con las miradas fijas en el
infinito. Oler tu pelo y tu piel y poder besarte en todo momento. Pasar las
horas muertas mirándonos a los ojos echados sobre la almohada e interrumpirnos
con abrazos. Así es como imagino estar contigo en muchas ocasiones, no solo recorriendo
tu piel, no solo deseando tu cuerpo, también deseando abrazarte y simplemente
tumbarme contigo.
0 comentarios:
Publicar un comentario