lunes, 10 de septiembre de 2012

Al menos pasa el día


Llevo algunos días levantándome tarde. Aguanto en la cama hasta encontrarme prácticamente desperezado. Me despierto sin prestar prácticamente atención al ordenador hasta bien avanzada la mañana. Sé que tú no estarás al otro lado. Dejo transcurrir las horas envolviéndome en un libro y, al terminar el día, acabo sorprendiéndome por lo mucho que avanzo ahora que no estás... demasiado, porque no me da tiempo a compartir mi impresión contigo. Contarte lo mucho que me disgusta o gusta lo que en él ocurre. Intento recordar todo, pero son muchas las cosas, aunque aguardo con muchas ganas el momento de contártelas todas. El tiempo se me hace más llevadero y prácticamente sin darme cuenta cae la noche dando lugar a que me vaya a esperar que pase otro día, aunque no sea tan tarde como acostumbro cuando hablo contigo. Pasan las hojas que no te he podido contar, pero te las contaré en cuanto podamos, porque parte del encanto que tiene leerlo es poder compartirlo contigo. 

0 comentarios:

Publicar un comentario