domingo, 16 de septiembre de 2012

La segunda mejor forma de dormir

Duermo mucho mejor después de haberte besado.
Recuerdo llegar a mi habitación tras haber estado contigo. Acurrucarme en la cama plácidamente con una sonrisa en mi boca. El sabor dulce de tus labios aún en los míos, y éstos permaneciendo aún levemente humedecidos tras haber estado jugando con los tuyos, con tu piel y con tu lengua. El olor de tu perfume impregnando mi ropa, empapando el aire a todo mí alrededor y haciendo de mi cama el lugar más confortable posible en ese instante. Duermo mucho mejor esos días en los que mi mente se pierde durante toda la noche, sumida en una profunda sonrisa, tumbándome felizmente en la cama y pensando solamente en ti.
Hoy no tendré esa sensación, pero oír tu voz antes de dormir es suficiente para que no deje de sonreír, para que no deje ni un instante de pensar que la mejor noche es la que paso junto a ti.

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