jueves, 3 de mayo de 2012

Solo pude sonreir

Era temprano. Me desperté poco antes de que sonase el despertador. No podía seguir durmiendo. Deambulé impaciente por un piso que se me hacía pequeño. Lo recorrí una y otra vez de punta a punta. Busqué mil cosas que hacer, hasta que, por fin, vi tu mensaje... se me dibujó la sonrisa mas tonta que he tenido jamás en mi cara. Me dijiste que ya habías llegado, que venías a visitarme, que pasarías un tiempo conmigo. Solo verte entrar por la puerta ya me hizo sonreír y no pasó mucho tiempo desde ese momento hasta que te abracé. No se decir que día pudo ser mejor que aquel que pasé contigo. Reí como un tonto con cada cosa que me enseñabas y quería hacerte reír en todo momento. Cada sonrisa tuya me iluminaba la mirada. Los abrazos que nos dimos me dejaron encantado y cada segundo que transcurrió lo pasé con el corazón lleno de alegría. Las horas de aquel día pasaron mas rápido de lo que hubiera deseado, pero pasaron mientras sonreíamos, mientras nos mirábamos y  nos abrazábamos. Todas las preocupaciones que podría tener volaron de mi mente mientras estuve a tu lado. No pude estar mas a gusto nunca que en aquellas horas contigo. Y no creo que si existe la felicidad pueda ser muy distinta a lo que yo sentí en aquellos momentos que pasé acompañado de tu sonrisa.

0 comentarios:

Publicar un comentario