sábado, 30 de junio de 2012

Allí

Quería cogerla y darle un beso en aquel preciso lugar, y estoy seguro de que ella sabía por qué. No quería despedirme solo besándola  en la entrada, y aunque aquello fuese una tontería, a mí me gustaba. De alguna forma aquello hacía que me fuese de allí algo más contento. A pesar de tener que despedirme de ella sin tener demasiado claro en qué momento volvería a verla. Aunque verla sonreír siempre me hacía pensar que no sería dentro de mucho. Me fui calle adelante, volviendo la vista atrás cada tres pasos para fijarla en su balcón hasta tener que girar definitivamente la esquina. Supongo que deseaba verla allí y volver a decirle adiós, volver a ver su cara de nuevo y lanzarle otro beso. Supongo que nunca me parecen suficientes besos para despedirme y que nunca me parece haber estado el suficiente tiempo contigo. 

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