martes, 12 de junio de 2012

Solo quedan pendientes

Aquella mañana, mientras caminaba hacia mi casa, todo me parecía mucho mas bonito. El sol era deslumbrante, el aire fresco y los colores de las calles me parecían mucho mas intensos de lo que lo eran habitualmente. Sonreía bobamente mientras caminaba. Tal vez no habíamos desayunado juntos ni habíamos compartido toda la mañana, pero despertar pudiendo reír contigo, pudiendo abrazarte y pudiendo besarte en cualquier momento fue mas que suficiente para hacer aquel momento perfecto. Ver esa sonrisa al despertar superaba con creces cualquiera de las que hubiera podido soñar desde que te conocí. A lo largo de la mañana me di cuenta de todas las cosas que hicimos y de lo bien que estuvimos, pero también me di cuenta de todas las que habrían hecho aquel momento aún mejor, todas aquellas que me faltaron por decirte y que habrían hecho aquel instante mas perfecto. No olvidaba lo que habíamos pasado, al igual que tampoco lo que nos faltó por pasar, y lejos de arrepentirme de no haberlas podido hacer solo soñaba con despertar otra vez a tu lado y usar aquellas cosas para poder verte sonreír mas aún de lo que ya te había visto hoy.

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